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sinopsis
En 1934, dos años antes de su muerte, Rudyard Kipling reunió en un volumen nueve cuentos y cinco poemas dedicados a los perros, esos animales adaptados a la humanidad que a veces saben «más que un hombre». Picarescos o heroicos, domésticos o casi fantásticos, de India a Inglaterra pasando por los parajes helados del Ártico, estos Cuentos de perros tratan por supuesto de la lealtad, pero sobre todo de cómo el ser humano proyecta en los animales adiestrados para la compañía o el trabajo su propia personalidad y sus propios deseos, y de cómo alcanza a definirse a través de ellos. Por su parte, un perro puede tirar de un trineo o cazar zorros, puede ser una mercancía valiosa o una inesperada ayuda terapéutica, pero también tiene una vida propia: puede amar a quien no corresponde, enloquecer, deprimirse, o simplemente no entender. A veces son los propios perros quienes toman la palabra y cuentan en su propio idioma su experiencia con los humanos y otros animales, o piden no ser abandonados, o requieren cuidados especiales cuando son ancianos. Y alguno hay que sube al Cielo y tendrá que esperar la llegada de su amo junto a la silla de san Pedro?
Biografía del autor
Rudyard Kipling nació en 1865 en Bombay, donde su padre era profesor de escultura arquitectónica y director de la recién fundada Escuela de Arte Sir Jamsetjee Jeejebhoy. Como era costumbre en la época, cuando cumplió cinco años lo mandaron, con su hermana Alice, a Inglaterra a una especie de internado en Southsea, especialmente concebido para hijos de «angloindios» (así llamaban a los ingleses establecidos en la India): allí pasaron siete años sometidos, como Kipling escribiría en sus memorias, a una «tortura calculada, tanto religiosa como científica». Luego estudió en Devon, en el United Services College. Volvió a la India en 1882 para trabajar como reportero. En 1888 publicó una colección de esbozos, poemas y cuentos ya aparecidos en la prensa, con el título de Plain Tales of the Hills. Cuando un año después volvía a Londres, era ya una celebridad. El hándicap de la vida (1891), Barrack-Room Ballads (1892), los dos Libros de la selva (1894, 1895), Capitanes intrépidos (1897), Kim (1901) y Los cuentos de así fue (1902) acabaron de cimentar su fama, como narrador y como poeta, y en 1907 le fue concedido el Premio Nobel: fue el primer escritor en lengua inglesa en recibirlo. Casado con la norteamericana Caroline Starr Balestier, vivió entre 1892 y 1896 en Vermont, en Estados Unidos. Al terminar la Primera Guerra Mundial, en la que su hijo John murió en combate, se incorporó al Comité Imperial de Tumbas de Guerra, responsable de los cementerios ajardinados que aún se conservan a lo largo de lo que fue el frente occidental. Murió en Burwash (East Sussex) en 1936.
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