NUESTRO HOMBRE EN BARCELONA

A veces una figura inesperada toma un protagonismo desmesurado por la naturaleza ideológica de sus opiniones. Ese fue el caso del có nsul general británico en Barcelona entre 1926 y 1938, Sir Norman King. La dureza de sus apreciaciones relativas a la sociedad y pol ítica catalana desde una posición conservadora, especialmente durante los años republicanos, lo situarían como un elemento de import ancia en el conjunto de la política británica hacia España. Porque no hay duda de que, desde Barcelona y Cataluña, las circunstancia s españo...[Leer más]