18/05/2016

Nuevo libro de Roberto Calasso: Il cacciatore celeste

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Author: José

Cuando empecé a trabajar de librero en Laie, a mediados de la última década del siglo pasado —aún sin Internet, ni SMS, ni Whatsapp, ¿te imaginas?—, una de las muchas preguntas enigmáticas que se repetían por parte de muchos clientes, normalmente jóvenes pero también mayores, era: "¿Tienes algo de Jacobsen?” Y yo, preguntaba: “¿Jacobsen, qué más?” Y la respuesta, invariable, era: "Jacobsen".

No había nada. El escritor danés había muerto en 1885 y cien años después, no había ningún libro en circulación, simplemente (¡simplemente!) una alusión en un libro muy leído por los jóvenes, las Cartas a un joven poeta de Rainer M. Rilke: en la segunda carta al joven poeta Kappus (en abril de 1903), le dice (en la traducción de Jesús Munárriz, Hiperión 2004):
De todos mis libros, sólo unos pocos me son imprescindibles, y realmente sólo dos están siempre entre mis cosas, donde quiera que yo esté. También están aquí junto a mí: la Biblia, y los libros del gran escritor danés Jens Peter Jacobsen. (..) Consiga usted el tomito de Seis narraciones y su novela Niels Lyhne. (...) Le invadirá a usted un mundo, la felicidad, la riqueza, la inconcebible grandeza de un mundo. Viva usted durante una temporada en esos libros, aprenda de ellos lo que le parezca digno de ser aprendido, pero ante todo ámelos. Ese amor le será recompensado miles y miles de veces y, sea cual sea el rumbo de su vida, cruzará siempre, de ello estoy seguro, la urdimbre de su existencia como uno de los más importantes hilos entre todos los otros hilos de sus experiencias, desengaños y alegrías"
No está mal como texto de contracubierta, ¿verdad?
Recuerdo hacer encargos de los libros en francés de Jacobsen, que la editorial Ombres de Toulouse hizo aparecer en los noventa, entre ellos Morgens, Marie Grubbe y Niels Lyhne. Sólo en 2003, la editorial Acantilado publicaría Niels Lyhne, pero ahí acabó la aventura editorial de Jacobsen en español, de momento.

Ya me han dejado de preguntar por él. Ningún editor, ni siquiera Nórdica, ha traducido los relatos. Y he pensado en el poema famoso de Shelley, Ozymandias (recientemente reintegrado en la cultura popular a través de uno de los últimos episodios de la serie Breaking Bad, con ese título, y donde se menciona el poema explícitamente). La traducción que da la Wikipedia dice así:

Conocí a un viajero de una tierra antigua

que dijo: «dos enormes piernas pétreas, sin su tronco

se yerguen en el desierto. A su lado, en la arena,

semihundido, yace un rostro hecho pedazos, cuyo ceño

y mueca en la boca, y desdén de frío dominio,

cuentan que su escultor comprendió bien esas pasiones

las cuales aún sobreviven, grabadas en estos inertes objetos,

a las manos que las tallaron y al corazón que las alimentó.

Y en el pedestal se leen estas palabras:

"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:

¡Contemplad mis obras, poderosos, y desesperad!"

Nada queda a su lado. Alrededor de la decadencia

de estas colosales ruinas, infinitas y desnudas

se extienden, a lo lejos, las solitarias y llanas arenas.»

Y un montón de nombres de escritores del pasado, poderosos o no, van quedando en mero nombre, y quién sabe de los miles de escritores actuales cuáles se seguirán leyendo de aquí a unas décadas. Poco importa, si los libros van llegando regularmente a sus lectores, y la intensidad literaria, en dosis pequeñas o en sobredosis no letales, sigue su estela milenaria.

Y nos acercamos al meollo del asunto, el nuevo libro de uno de mis escritores favoritos, el italiano Roberto Calasso, que justamente acaba de ganar el premio Formentor 2016 y es autor de una obra que, ya sea de los mundos antiguos hindú y griego o bien de los momentos intensos de la modernidad, como Tiepolo, Baudelaire o Kafka, consigue extraer pura magia literaria y perfectamente yo le aplicaría las palabras de Rilke sobre Jacobsen, de quien por cierto nunca he leído una sola palabra...

http://www.laie.es/libro/il-cacciatore-celeste/1114282/978-88-459-3078-2Pues bien, el 19 de mayo Adelphi publica Il cacciatore celeste, (flamante número 650 de su colección mítica Biblioteca Adelphi), coincidiendo con la feria del libro italiano, que se celebra en Torino cada año por mayo.
El octavo volumen de esa obra enorme que desde La Ruina de Kash y la magnífica Las bodas de Cadmo y Armonía, allá por los ochenta, viene publicando el autor y editor. Hace ya 6 años que se publicó la última de la serie, L'ardore, en 2010, y que aún sigue inédita en castellano, (Anagrama anuncia que aparecerá su traducción en septiembre), un libro maravilloso, una segunda parte del libro Ka, que ya se ocupaba como éste del mundo hindú, sus desconocidos dioses y sus sacrificios. El nuevo libro añade otras quinientas páginas sobre historias de dioses, animales y hombres, del Paleolítico a la máquina de Turing, como dice la cubierta, un montón de aventuras sobre las relaciones de esos tres polos, que convergen en un único lugar: la mente. Hubo un momento que encadenó 3 libros de la serie cada dos años, y así vimos aparecer Il Rosa Tiepolo en 2006 y La Folie Baudelaire en 2008, antes de L'ardore en 2010.

Como buen estratega de cuidar su nombre, en muchos de los títulos de los libros de esa "obra en curso" incorporaba la silaba CA, la primera de su apellido, y así tenemos Kash, Cadmo, Ka, y K. (el libro sobre Kafka), en 1983, 1988, 1996 y 2002 respectivamente (todos traducidos en Anagrama). Luego lo dejó, como si se cansase de su propia broma, pero con el octavo libro Il CAcciatore celeste vuelve a la senda. Como el Último Reino de Pascal Quignard, que va por el capítulo 9, verdaderas series emocionantes, llenas de poesía y conocimiento, de osadía y decoro a partes iguales, de humor y desprecio a lo más vil del presente.