LA INFANCIA A LA SOMBRA DE LAS CATEDRALES

El niño es el gran ausente de la historia, así como lo ha sido la mujer, y para estudiarlo hay que interesarse por la mujer y por la madre, y hay que volver la vista atrás y asomarse a los textos de la literatura profana de la época, que comienzan a ver la luz, de tenerse en los tratados médicos, y visitar esas miniaturas primorosamente trabajadas, que gracias a la iconografía mariana van intro duciendo poco a poco la figura de la mujer.