SKAGBOYS

Edimburgo, inicios de la década de los ochenta. Nos encontramos a los personajes de Trainspotting, unos años antes de convertirse en los protagonistas de esa novela que supuso el debut literario de Irvine Welsh. En esta precuela el autor pinta un fresco demoledor de un país conducido al desastre por las salvajes políticas neoliberales y de una generación devastada por la heroína.